En el dinámico mundo digital, la plataforma social conocida como Twitter sigue siendo un epicentro de interacción. En 2023, cambió su nombre a X bajo la dirección de Elon Musk. Sin embargo, sigue siendo un epicentro de consumo de información.
Leer un libro es una experiencia lineal que requiere comodidad y concentración total. En cambio, la relación del usuario con Internet es diferente. Se caracteriza por una atención fragmentada.
Los usuarios navegan con múltiples pestañas abiertas. Absorben información generalizada, pero menos específica. Esto permite acceder rápidamente a múltiples perspectivas y contenidos de forma simultánea.
La diversidad de contenidos y la segmentación de información
Uno de los pilares que han definido a X es la capacidad de segmentar la información. Esto se realiza según los intereses particulares de cada usuario. Los usuarios eligen quiénes serán los emisores de su contenido informativo. Lo hacen a través de la selección de cuentas a seguir —o followers—.
En este sentido, la plataforma ha ampliado las posibilidades de información global. En 2025, cuenta con más de 400 millones de usuarios activos (Statista, 2025). Esto representa una infinidad de perspectivas y temas accesibles.
Según el experto en comunicación digital Howard Rheingold (2002), las redes sociales:
“Convierten a los usuarios en prosumidores: tanto productores como consumidores de información”.
Este concepto se refleja claramente en X. Cualquier persona puede compartir información sobre temáticas que van desde deportes locales hasta descubrimientos científicos. No se necesita grandes financiamientos ni audiencias masivas.
Howard Rheingold (nacido en 1947) es un crítico, escritor y profesor estadounidense. Es conocido por sus especialidades sobre las implicaciones culturales, sociales y políticas. Estas implicaciones se encuentran en medios de comunicación modernos como Internet, la telefonía móvil y las comunidades virtuales.
Los contenidos de X versus los medios de comunicación masivos
Los medios de comunicación tradicionales obedecen a la lógica de la audiencia masiva y los intereses económicos. Como resultado, ofrecen contenido homogéneo con segmentación limitada.
Por ejemplo, los deportes como el fútbol suelen dominar la cobertura mediática. Por otro lado, otros deportes, como el bádminton o las bochas, rara vez reciben atención.
En cambio, X democratiza la producción de contenido. Usuarios independientes pueden tuitear minuto a minuto sobre partidos locales. También pueden compartir análisis sobre fenómenos específicos, como la migración de las aves. Todo esto se realiza sin restricciones comerciales.
La herramienta del hashtag (#) ha sido clave en este proceso. Permite categorizar y agrupar mensajes bajo una misma temática. Así, facilita la búsqueda de contenido relevante.
Según Boyd y Ellison (2007), los hashtags:
“Son dispositivos sociales que estructuran la comunicación en entornos en red”.
Redes sociales y discurso político
El impacto de las redes sociales como X en el discurso político global es innegable. Diversos estudios, incluidos los de Bennett (2003) y Benkler (2006), sostienen que estas plataformas permiten una mayor diversificación de voces. También permiten una diversificación de narrativas políticas.
En palabras de Sunstein (2007),
“Los usuarios tienden a crear cámaras de eco, siguiendo cuentas y blogs que refuerzan sus propias creencias políticas”. Esta segmentación de contenidos, aunque promueve la diversidad, también puede contribuir a la polarización ideológica.
El ecosistema digital de X ha revolucionado la manera en que se consume, comparte y produce información. La plataforma ofrece una diversidad ilimitada de temas, empoderando a los usuarios a seleccionar los contenidos que más les interesan.
No obstante, también plantea desafíos relacionados con la atención fragmentada y la polarización informativa. La evolución de las redes sociales continuará siendo un tema central en la investigación sobre comunicación y sociedad.
La red social X avanza sus próximas novedades: televisión en streaming y servicios financieros.
Referencias:
Boyd, D. M., & Ellison, N. B. (2007). Social network sites: Definition, history, and scholarship.
Bennett, W. L. (2003). New Media Power: The Internet and Global Activism.
Statista (2025). Global social media usage statistics.
Rheingold, H. (2002). Smart Mobs: The Next Social Revolution.